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La palabra "evangelio" se pronuncia con tanta frecuencia que uno podría asumir que se tiene un entendimiento común del significado de este término. ¡No es así! Aún en los tiempos del Apóstol Pablo había aquéllos quienes habían reinterpretado o reinventado el mensaje. "Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema." Gálatas 1:8.
Muchos saben que la palabra significa literalmente "buenas nuevas" o "buenas noticias." Otros pueden aún identificar a la Biblia como al Evangelio - pero la mayoría de la Biblia ya era antigua cuando el Evangelio fue proclamado al mundo del primer siglo - aunque toda la Escritura es un apoyo y una preparación para el evangelio. El Evangelio era algo real y específico para los primeros cristianos - noticias maravillosas que sacudieron los fundamentos del mundo antiguo.
¡Dios requiere de absoluta perfección! Así como la luz no tiene amistad con la obscuridad, así Dios (quien habita en absoluta santidad) no puede tener amistad con la iniquidad.
Adán y Eva fueron creados para vivir por siempre con Dios, pero ellos pecaron. "...reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir." -Romanos 5:14.
La ley de Dios, a través de Moisés, le dio a la humanidad un conocimiento concreto del pecado. No hay ninguno que verdaderamente pueda proclamar que está libre de pecado. "Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado." Romanos 3:19-20. "Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron." -Romanos 5:12.
Todo lo que el hombre tiene que hacer para ser aceptado como justo es guardar la ley. "Y tendremos justicia cuando cuidemos de poner por obra todos estos mandamientos delante de Jehová nuestro Dios, como él nos ha mandado." -Deuteronomio 6:25.
Pero "cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos." -Santiago 2:10. ¡Imposible!
El castigo por no guardar la ley es la muerte. Un cordero fue muerto para satisfacer la pena de muerte y hacer expiación por los pecados del hombre: "Y pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto, y será aceptado para expiación suya." -Levítico 1:4.
Pero la sangre de toros y cabras no es suficiente para quitar el pecado: "Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados. Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; mas me preparaste cuerpo." -Hebreos 10: 4-5. También, Salmos 40:6; Isaías 1:11; Hebreos 10:1-2.
Así, Jesucristo se convirtió en el justo y perfecto sacrificio por los pecados del mundo y satisfizo la pena de muerte para que pudiéramos ser reconciliados con Dios: "En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados." -1 Juan 4:10. Vea también Romanos 3:25.
Sólo podemos contar con la obra expiatoria de Cristo: "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe." -Efesios 2:8-9.
En efecto, ésas son buenas nuevas, que Dios ha prometido a través de los profetas, que Jesús nació, sin mancha de la rebelión y condenación que toda la humanidad heredó de Adán. El vivió una vida perfecta y sin pecado y fue sacrificado por todos los pecados. Su vida recta ha sido substituída en nuestra vida, que es en rebelión y deficiente, y la sangre de su sacrificio borra nuestros pecados. En su resurrección podemos tener la seguridad de la justificación y la vida.
"Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida." -Romanos 5:10.
"Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia. Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos." - Romanos 5:17-19.
"Para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesuscristo, Señor nuestro." -Romanos 5:21.
"Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él." -2 Corintios 5:21.
El precio por nuestro pecado es la muerte. El requisito para la vida es la rectitud absoluta.
"Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas." -Efesios 2:10.
Las buenas obras de un cristiano son el resultado de una vida cristiana por dentro de sí mismos. "Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad." -Filipenses 2:13.
Si nuestro destino eterno dependiera de nuestras buenas obras, ninguno se salvaría. "Como está escrito: no hay justo, ni aun uno." -Romanos 3:10.
Nosotros no merecemos este Don. No podemos ganárnoslo. No sería un don si tuviéramos que pagar un precio por él. "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe." -Efesios 2:8-9. Podemos confiar sólo en la obra que Cristo hizo por nosotros para tener vida eterna.
"Y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe." -Filipenses 3:9.
"Para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro." -Romanos 5:21.
Dios produce las obras. No existe ninguna cantidad de esfuerzo por nuestra parte que pueda producir la vida perfecta, sin pecado, justa, que se requiere para tener vida eterna y amistad con Dios. "Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia..." -Isaías 64:6.
Es importante que usted cuente con el Evangelio correcto, el Jesús verdadero, el único Dios. Uno puede rechazar a Dios y a su don de gracia -buscando ser justificados por los propios esfuerzos de uno mismo, siguiendo algo en donde uno se sienta más cómodo, escogiendo a un Dios a la manera de nuestro propio corazón.
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